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Relatos. Exposición de pintura en Annta Gallery, febrero, marzo 2009
Susana Murias, Relatos

En la obra de Susana Murias un trazo o una mancha de color pueden ser, al mismo tiempo, un signo, una figura, un gesto o una textura según queramos verlos. Se nos coloca en una encrucijada desde la que podemos iniciar un relajado paseo por el camino que nos lleva hacia la mera contemplación de la obra como objeto estético o adentrarnos por el sendero opuesto, hacia un bosque de signos que no enuncian nada categóricamente, tan sólo lo insinúan, y figuras que no alcanzan a construir un mundo, tan solo lo esbozan. Inadvertidamente, nos deslizamos de una cosa a la otra, en un eterno diferir el significado, porque nunca podemos atrapar el susurro del ángel que no pretende explicarnos nada porque tan solo espera rozarnos para hacernos sensible su existencia. Antes o después, terminamos por darnos cuenta de que hemos salido del bosque de huidizas ensoñaciones y recuerdos fragmentados para llegar de nuevo al estático mirador de la contemplación estética, es decir, hemos cerrado un círculo que nos conduce al comienzo, a la encrucijada. Es un mundo cerrado, esférico, donde ir es en cierta medida volver y nunca nos conduce más allá de la pintura. Recorremos su superficie por los senderos del sentido y vamos viendo reflejado un mundo exterior sencillo y cotidiano constatando su presencia como huella de la memoria o la imaginación, con su poso de nostalgia y hasta de dolor. Al finalizar el recorrido comprobamos que la contemplación estética, el discurso sígnico incluso el de la escritura o la recreación del mundo figural no conducían más que a ellos mismos, a una realidad lejana, difusa e inalcanzable, la del arte; que puede dar claridad y armonía a esos fantasmas de nuestra mente que una vez fueron una silla, un juego infantil o unas personas. Ese relato in nuce que parte de sus obras no puede, como toda imagen estática, ser un verdadero relato. Lo habitual es situarnos o bien antes del acontecimiento, sugiriéndolo o bien después, constatando el peso de la fatalidad o, por último, en un instante que lo simbolice en su totalidad. Susana Murias prefiere el fragmento atemporal que escapa tanto de lo absoluto como del tiempo narrativo. Por ejemplo en esas piernas que asoman entre textos que hablan de la familia y números que apuntan hacia una fecha recordada, quizá con ternura, pero que al mismo tiempo nos ordena y clasifica como si de un campo de internamiento de recuerdos se tratara. Pero no hay que ir más allá, las letras y los números son, sobre todo formas, textos de un mundo que se siente más que se entiende y nos permite recrearnos en el placer puramente estético.

Fernando Labaig

Relatos

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Es necesario que el pensamiento, aunque le repugne, se acomode al estado de constante mutación de todas las cosas y se convierta en un experto manipulador de las nubes de forma y lugar transitorios y móviles. El movimiento, no la fijeza, debe convertirse en el punto de mira del pensamiento, su objeto constante.

Jean Dubuffet
Susana Murias | Relatos 09
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Restan libros y pinturas
Un acre de hierba verde
Como espacio y ejercicio,
Ahora que el cuerpo declina;
Medianoche, una vieja casa
Donde sólo un ratón se mueve.

Una mente que Miguel Ángel sabía
Capaz de atravesar las nubes.

William Butler Yeats
 
pero ni los titulares de los periódicos ni el acre tizne del papel impreso ni la asfixia de las cortinas de humo o de gas ni la cháchara de los agentes en la bolsa ni el ladrido de los millones ilusorios ni la oratoria de los oficiales de Estado Mayor al depositar coronas de flores al pie de nuevos monumentos
podrán enturbiar la memoria
de un frío día de diciembre
en que dos trémulos mecánicos de bicicletas de Dayton [Ohio]
vieron por vez primera cómo un artilugio casero,
fabricado con maderos de nogal
unidos con pegamento Arnstein para bicicletas
y tensados con muselina cosida con la máquina de coser de su hermana en el patio de su casa de Hawthorn Stret, en Dayton [Ohio]
se remontaba en el aire,
por encima de las dunas y de la ancha playa
de Kitty Hawk

John Dos Passos