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Islas y relatos | Susana Murias

Islas recorridas

Cuba | Situada en las Antillas del mar Caribe.
Islandia | Noroeste de Europa, océano Atlántico.
Cerdeña | Isla italiana del mar Mediterráneo.
Lanzarote | Isla española del archipiélago canario.
Irlanda | Frente a las costas de Inglaterra y Gales.
Sicilia | Isla italiana, la más grande del Mediterráneo.

Islas remotas

Floreana | Galápagos.
Brava | Archipiélago atlántico de Cabo Verde.
Robinson Crusoe | Archipiélago Juan Fernández, costa de Chile.
Pedro I | Origen volcánico, Antártida occidental.
Santa Elena | Océano Atlántico, costa occidental de Angola.
Tristán | Parte de un archipiélago británico en el Atlántico sur.

Islas desconocidas

Isla Bermeja | Isla fantasma situada en algunos mapas cerca de la península de Yucatán.

Islar Kibu | Papúa, Nueva Guinea, Oceanía.

Isla Brasil | Isla fantasma situada en algún lugar del océano Atlántico.

Isla Tule | Isla lejana que pudiera estar localizada en algún sitio del Báltico.

La Atlantida | Isla mítica situada en algún lugar del océano Atlántico. Aparece en los diálogos de Platón de Timeo y Critias.

Sandy Island | Supuestamente entre Australia y Nueva Caledonia.

Isla de Hunter | Isla volcánica deshabitada en Nueva caledonia.

Islas Afortunadas | Islas de los bienaventurados, acabaron asociándose
a Las Canarias.

Islas y relatos

“Cuando miramos al cielo imaginamos dioses. Cuando miramos al océano imaginamos islas”

(Malachy Tallack)

Desde que tengo memoria me han interesado los atlas y los mapas, quizá porque son, a un mismo tiempo, abstractos y concretos, sintéticos y pormenorizados. Las líneas determinan meridianos y paralelos que atraviesan mares y montañas sin detenerse en nada, sin hacer distinciones en la diversidad geográfica.

Los mapas en relieve, en cambio, aportan algo táctil y sensual porque pueden recorrerse con los dedos de las manos, porque transmiten sensaciones múltiples, aunque no dejan de ser una interpretación muchas veces inexactas de una compleja metáfora perceptiva.

En las piezas de esta exposición he querido mezclar la forma exterior de las islas, tal y como aparecen en un mapa, con elementos subjetivos, alegóricos en algunos casos, puramente formales en otros: manchas, dibujos, fragmentos de grabado y líneas espontáneas que actúan como contrapunto a la objetividad de los mapas. Relatos, narraciones puntuales que refieren alguna historia, algún instante.

Las islas son metáforas perfectas de otros mundos, de otras vidas. Y son expresión de principios opuestos, separados pero conectados entre sí, que representan lo inaccesible pero también lo conquistado; que expresan, en algunos casos, la dificultad de acceder a sus costas, y, en otros, la decepción por lo encontrado al final del viaje.
La muestra organiza las piezas en tres series:

Islas recorridas, viajadas, que de algún modo han dejado una huella en la memoria: Cuba, Sicilia, Islandia, Cerdeña, Lanzarote, Irlanda

Islas remotas, inspiradas en el atlas particular de Judith Schalansky: Floreana, Isla Pedro, Tristán, Isla Brava, Robinsón Crusoe, Santa Helena. Islas volcánicas, verdes o glaciares. Con su historia de un estado utópico, o la búsqueda de un hogar que a nadie pertenezca, islas de donde no se puede huir o a donde no se puede llegar.

Islas desconocidas, islas descubiertas pero después perdidas, que existieron en algún momento en la tradición literaria, en el relato de un descubrimiento fallido o en cartografías antiguas casi olvidadas: Atlántida, Isla Brasil, Sandy Island, Isla de Hunter, Kibu, Afortunadas, Tule e Isla Bermeja.

En la imaginación, todas representan algo paradisiaco, remoto y solitario. La condición de isla aporta esa contradicción, paraíso o infierno. Esas porciones de tierra de distintas formas y tamaños tienen en común la aspiración de ser lugar perfecto, de propiciar encuentro con algo esencial. Esa contradicción, que caracteriza la naturaleza simbólica de las islas, ha sido quizá, lo que ha inspirado esta particular visión.


Crónica de un viaje imaginado

“Mi generosidad es inmensa como el mar, mi amor, tan hondo. Cuanto más te doy, más tengo, pues los dos son infinitos”.

(William Shakespeare, Romeo y Julieta, 1597)

De las islas sabemos por los relatos de quienes hasta ellas viajaron. En esas historias, la realidad y la ilusión aparecen confundidas, pobladas de paisajes imposibles, gentes extrañas y riquezas inmensas. Los navegantes atravesaron el mar en busca de promesas indefinibles, con tan poca información como tenían quienes quedaban en tierra. Así sucedió que los mapas que animaron a Colón a viajar hacia el oeste no eran más que una representación ideal del menguado conocimiento sobre el mundo que circulaba en la Europa de su tiempo. En muchos casos, las islas aparecían dibujadas sin contornos definidos, expresando la promesa de un paraíso apenas intuido. Como recuerda Susana Murias, los mapas son la metáfora de una búsqueda en ese viaje, largo y esperanzado, que es nuestra propia vida.

Como relató Antonio Pigafetta, después de superar con gran zozobra el cabo de Hornos, Magallanes, y lo que quedaba de su flota, quedaron varados en medio del Pacífico, sin una brizna de viento que pudiera orientar su rumbo. Rodeados de agua, sufrieron el tormento de la sed y del hambre. Su anhelo no era otro que avistar una isla, un pedazo de vida, un rincón con agua dulce y comida, con gentes que, por extrañas que fueran, les permitieran confirmar que ellos mismos seguían vivos.

Pero no siempre las islas fueron paraísos para el náufrago. En sus Comentarios Reales, el Inca Garcilaso de la Vega contaba cómo Pedro Serrano llegó a sobrevivir en un banco de arena, sin agua dulce ni apenas vegetación. Con la sola ayuda de un cuchillo pudo capturar tortugas para beber su sangre, comer su carne y recoger agua de lluvia en sus caparazones. Tan escaso de todo estaba, que hubo de quemar la única ropa que tenía para mantener encendido, durante años, un fuego que a la postre haría posible su rescate.

Las islas, como las artes, son excepciones al monótono transcurrir de un tiempo inexorable, ilusiones solo visibles en la imaginación de la mente creadora. En ellas se esconde la promesa de un universo ideal que interpreta nuestros deseos y dibuja nuestras esperanzas.

La obra de Susana Murias, sus islas, son una metáfora de la búsqueda incansable de recuerdos y experiencias de un tiempo vivido. Esos relatos se muestran aquí, en esta exposición, como la huella de una fascinante aventura que no es otra que la búsqueda de sentido a la experiencia humana. Sus obras son, por ello, una exploración del mundo y una invitación a sumergirnos en la inmensidad de ese mar infinito que son nuestros recuerdos.

Eugenio Vega

Doctor en Bellas Artes y Ciencias de la Información
Director de investigación de Experimenta Magazine


Islas y relatosSusana Murias
Islas y relatos

Biblioteca Pública Casa de las Conchas

De 17 de diciembre de 2021 a 20 de febrero de 2022

Apertura

Viernes 17 de diciembre a las 20.00 horas.

Horario


Lunes a sábado, de 12 a 14 horas
y de 18 a 21 horas.
Domingos y festivos, de 12 a 14 horas, tardes cerrado.

Islas y Relaos


Material gráfico en PDF

Cartel en tamaño A1

Postal
Cuaderno de presentación

Material gráfico

USAL Radio

Susana Murias en Caja de resonancia, el programa de libros y cultura de la Univesidad de Salamanca

Enlace a la emisión del miércoles 15 de diciembre de 2021